jueves, 22 de diciembre de 2011

"Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés vivo, siéntete vivo.
Si extrañas lo que hacías vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas...
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
Pero nunca te detengas!!!"
Madre Teresa de Calcuta
En búsqueda de paz, iluminación y liberación, ningún camino es más tolerante, más místico, más difundido o más antiguo que el Hinduismo Saivita. A través de la historia, el Saivismo ha desarrollado una vasta colección de linajes y tradiciones, cada una con características lingüísticas culturales y filosóficas únicas, a medida que dominó la India antes del 1100
desde los Himalayas hasta Sri Lanka, desde la bahía de Bengal hasta el mar Arábigo. Aquí buscamos presentar las características esenciales de las seis mayores tradiciones identificables dentro del continuo contexto Saiva: Saiva Siddhanta, Saivismo Pasupata, Saivismo Kashmir, Saivismo Vira, Siddha Siddhanta y Saiva Advaita.

Debe comprenderse que esta división formal y de alguna manera intelectual, aunque útil, no es una descripción exhaustiva del Saivismo, ni es tampoco la única lista posible. En la práctica, el Saivismo es mucho más rico y variado que lo que estas divisiones implican. Toma
por ejemplo el Saivismo practicado por trece millones en Nepal o tres millones en Indonesia y cincuenta y cinco millones de habitantes de Java Hinduizados que rinden culto a Siva como Batara. Medita acerca de los millones de millones de Smartas u otros universalistas
que han tomado a Ganesa, Murugan o Siva como su deidad de elección, o las legiones de seguidores de Ayyappan que rinden culto devotamente en los grandiosos santuarios del Señor Murugan del sur de la India. Considera el hecho de que sólo unos pocos millones de
devotos de Siva de Kashmir se asociarán formalmente con la escuela denominada Saivismo Kashmir. En forma similar, en el estado de Tamil Nadu de la India, donde hay mas de cincuenta millones de devotos de Siva, sólo una minoría bien informada se subscribirá
concientemente al Saiva Siddhanta.

Nuestra discusión sobre estas seis escuelas y sus relacionadas tradiciones está basada en información histórica. Existen grandes saltos en los registros, pero nosotros sabemos que en cada punto donde el velo de la historia se descubre, se encuentra el culto a Siva. En el valle del Indus de 8000 años de edad encontramos el famoso sello de Siva como el Señor
Pasapati. EL sello muestra a Siva sentado en posición yoga. En el Ramayama, fechado astronómicamente 2000 AC, el Señor Rama rindió culto a Siva, así como lo hizo su rival Ravana. En el Mahabharata, fechado alrededor del 130 AC encontramos nuevamente el culto a Siva. Buda nació en 624 AC en una familia Saivita y registros de su época hablan de los ascéticos Saivas que vagaban por los cerros luciendo como lucen hoy en día.

Los Saiva Agamas forman los cimientos y la circunferencia de todas las esuelas de Saivismo. El
sistema de filosofía expuesto en los Agamas es común en un grado asombroso entre todas estas escuelas de pensamiento. Estos Agamas son teístas, esto es que todos ellos identifican a Siva como el Señor Supremo, inmanente y trascendente, capaz de aceptar culto como
Señor personal y de ser realizado a través de yoga. Esto sobre todo lo demás es la hebra de conexión a través de todas las escuelas.

Filosóficamente, la tradición Agámica incluye las siguientes doctrinas principales: 1) los cinco poderes de Siva: creación, preservación, destrucción, gracia de revelación y de ocultamiento; 2) Las tres categorías, Pati, pasu y pasa – Dios, las almas y las ataduras; 3) las tres ataduras: anava, karma y maya; 4) el triple poder de Siva – icchha, kriya y jnana Sakti; 5) los treinta y seis tattvas, o categorías de existencia, de los cinco elementos de Dios; 6) la necesidad de un satguru y de iniciación; 7) el poder de mantra; 8) 8) los cuatro padas: charya, kriya, yoga
y jnana.

A medida que exploramos las escuelas y linajes individuales dentro del Saivismo, ten presente que todas se adhieren a estas doctrinas. Nuestra discusión se enfoca necesariamente en las diferencias entre una escuela y la otra, pero esto no es hecho para oscurecer la similitud abrumadora de creencias y prácticas entre ellas.

Monismo, dualismo y filosofías intermedias son todas transportadas en los Saiva Agamas. Las varias escuelas basadas en Agamas, varían de manera semejante en posición filosófica. La tradición Kashmir Saivita dice que Siva reveló filosofías diferentes para gentes de entendimiento diferente de modo de que cada uno pueda avanzar en el sendero espiritual hacia el reconocimiento de la unidad innata del ser humano con Dios.
Swami Maitreyananda

¿Qué es el Samadhi?

El samadhi es un estado espiritual de integración y armonía en el cual no hay MENTE y mucho menos consciencia. Si hay mente o o una parte de la misma llamada consciencia, no hay samadhi. Hay diferentes tipos de samadhi.
En savikalpa samadhi no hay mente, uno no esta en el Mundo mental de la Mente o Kamaloka. Pueden aparecer igualmente Samskara o impresiones (Imagenes) pero no interfieren en el estado. Por otro lado esta el nirvikalpa samadhi, aqui todo es espiritu no hay mente, no hay pensamiento, no hay tiempo, no hay formas o gunas. No se puede explicar mentalmente solo hay ananda o dicha. Hay tipos de samadhi que serían ardha samadhis como el sahaja samadhi que uno llega al samadhi y baja a la mente para estar en este mundo.
Swami Maitreyanda

La Fantasía espiritual... por Yogacharya Fernando Estevez Griego

"La mente suele colocar en un pináculo inaccesible al Dalai Lama, Sri KRISHNA K. Dass o Sai Baba para poderlos idealizar a piaccere. La idealización cumple una doble función fantasiosa: la vivencia ilusoria de nuestros deseos en el plano mental, y el apartamiento del mundo material o físico alegando una supremacía al mundo "espiritual". Las personas que se consideran a sí mismas espirituales por lo general nunca lo son. ...... Sólo juegan simplemente a no realizar sus propias fantasías, porque tienen miedo a perderlas como fuente última del cumplimiento de deseos o anhelos que obedecen a determinados planos existenciales. Escondida en su interior existe una sensación de miedo al fracaso y al ridículo, que se niega a enfrentarse con la realidad del mundo material. Por eso lo aborrecen y no lo disfrutan. Ese enfrentamiento puede demostrarnos en un instante preciso de nuestra vida cuán insignificantes somos en nuestro interior y puede traer aparejado el dolor o, en ciertas ocasiones el fracaso.


El fracaso es simplemente la no densificación de nuestras fantasías, sueños o proyectos que no cristalizan en el mundo físico o material y, por consiguiente no se realizan.


El escudo primitivo del gurú, el Santo, el guía espiritual, o el avatar que hace milagros para permitirnos fantasear con su gloria y protección es, al final de cuentas, sólo la excusa mística que necesitamos para que alguien nos de permiso para vivir, con nuestros errores y virtudes y sin miedos acumulados.


Pudiendo hacer, lógicamente en última instancia, lo que queremos. El avatar, el gurú, el guía siempre es buscado en la remota India e idealizado por el mercado espiritual de utilería que se ve favorecido por la distancia. Pero lejos de ser una consecuencia de nuestra posible evolución espiritual hacia el Absoluto de la mano del mísmisimo Dios, es más bien el producto lógico de nuestras propias inseguridades.


De esta forma la responsabilidad de nuestra existencia es transferida a ellos. Y nosotros, pobres tontos, pasamos por su gracia a despojarnos de responsabilidades sobre nuestros actos y, en consecuencia, a no ser responsables absolutamente de nada. Todo pasa a ser por la gracia y obra del avatar o gurú, y así también por su culpa nuestro destino está ahi, ya vendió como un boleto sin regreso a nuestro propio albedrío.


Cuando alguien viaja a la India va seguramente en busca de un maestro de meditación tibetano, de un maestro de artes marciales chino, que preferentemente nos llame "pequeño saltamontes", o de un gurú que, aunque no lo practique, nos cuente su austeridad para cerciorarnos de su conducta antimaterialista. Esto da rienda suelta a nuestras fantasías y las estimula. Por esta razón si Dios encarna debería obligatoria y compulsivamente hacerlo desde la óptica de un occidental fantasioso en la misma India, porque aquí sería inaceptable y podría ser casi degradante desde una visión especulativa del espiritualismo descafeinado, que coquetea con los intelectuales de bolsillo que hacen de la metafísica el pan de cada día.
Dios nunca podría haber nacido en Sudamérica porque estaría cerca y le veríamos defectos. Porque aparecería en la esquina preocupándose de lo que pasa, por ejemplo, con la inflación.


Y Dios como lo pintan los dualistas empedernidos que quieren empecinarse en que encarne en una sola persona, debería alejarse de los problemas cotidianos, y así fomentar la fantasia de que aquello que no tenemos en realidad es porque es malo. Los Santos y los sabios no deberían, en consecuencia, ensuciarse y preocuparse de la marcha de un plan económico.


Pero resulta que Dios encarna en todas partes; es todos nosotros a la misma y única vez. Está en todos los lugares y no deja de estar en ninguno; y así las fantasías del avatar, del gurú externo que nos soluciona nuestros problemas, se transforma en simples sueños que no se materializan nunca y que cuando no son comprendidos y se los transfiere al mundo material como ya realizados en ocasiones se convierten en delirios. Comprender esto puede ser tremendo para aquellos que prefieren vivir constantemente en la ilusión de una búsqueda espiritual que no puede terminar nunca, desde el mismo instante en que el ser humano no podrá jamás ser espiritual exclusivamente, mientras sea precisamente eso: "humano".


Y como humano, tenga tres planos de existencia: mental, espiritual y físico."


Dharmachari Maitreyanand